lunes, 2 de marzo de 2015

Afrontar un nuevo estilo de música

¿Cómoda en camisa de once varas? 

La respuesta es evidentemente NO. 

Quizás en el "Mundo Cuadrícula" el título y el papel te autorizan o te validan para actividades y trabajos específicos, así como de específicos son los resultados que busca pero ¿no cabe una formación autodidacta, independiente o austera? Quizá la crítica debe ir más allá poniendo en el punto de mira la enseñanza convencional de cualquier especialidad y hacer un análisis profundo de cuál debería ser el proceso de un profesional para su desarrollo y autodescubrimiento.
¿La creatividad se aprende, la inteligencia se adquiere? ¿o se basa en la motivación y estimulación? 
Me sincero, ¡siento envidia por aquellos músicos que decidieron en un momento de su vida temprana acudir a un centro especializado y legislado! Me hubiera encantado ser lo suficientemente avispada para darme cuenta de cuál iba a ser la profesión de mi futuro, no me di cuenta de ella hasta que la tuve delante siendo un presente imperante. Pero de algo si me di cuenta y sigo siendo consciente de ello: el pasado es inamovible. Sólo en el presente y futuro puedo operar y en eso estoy.
Sin embargo, afortunadamente he tenido experiencias que no esperaba tener y contactos con figuras de la cultura que nunca había soñado ni buscado; una formación musical-vivencial extremadamente motivadora para . Soy consciente de lo que para mí es una Realidad; El sistema en el que vivimos no es el único y el verdadero, muchas son las formas de aprender, de vivir, de compartir, de crear y de morir. La música en la que siempre he estado nadando ha tenido un papel fundamental la transmisión oral, las costumbres y lo popular. Quiero decir con esto, que una manera de aprender puede ser a través de la orden de una institución , dentro de sus condiciones, condicionamientos ventajas y beneficios... ¡pero no es la única!

Y con este principio me siento un poco más aliviada y logro calmar ese pensamiento que nos ciega veces a los músicos "que es demasiado tarde para..." 
Actualmente junto al trabajo "Puertas al Sur", que rinde homenaje a la música latinoamericana y a toda su potente cultura y saberes, aparece una experiencia para mi tremendamente vertiginosa que es el Jazz. 
Es de alguna manera mentir y subestimar ambos géneros cuando decimos que la música que se hace latinoamericana como el Bolero, el Son , el Tango son más de corazón y que el Jazz de Norteamérica es más de cerebro. Personalmente y humildemente opino que la música del sur tiene el mismo corazón y el mismo cerebro, las mismas neuronas y los mismos latidos que tiene el norte del continente, al Jazz no le falta corazón ni sentimiento y la música latinoamericana no está cargada de pasión y sexismo, el problema radicará en los músicos y la ausencia de trabajo, de ganas o flexibilidad. Y aquí es donde encuentra su sentido el título de ¿cómoda en camisa de 11 varas?
Si soy sincera el Jazz produce en mi unas demandas muy altas que sē que aun no puedo responder, mientras que quizá en el tango y en el bolero si me sienta con unos resultados más tranquilizadores, pero es que para mí la música no consiste en un objeto que me tiene que generar placer , vanidad y ego. Me siento comprometida con ella La Música, a cada día hacerlo mejor y encuentro en este género, que es el Jazz, una plataforma y campo de estudio. casi un ring de boxeo diría (por las hostias que me llevo) donde me pongo y me expongo para lo bueno y para lo malo. 
¿Por qué meto en camisa de 11 varas? Porque amo la música y mi vida es finita...

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