viernes, 26 de junio de 2015

La dicción y el canto.


Cuando recurrimos al uso de la voz con un fin profesional (docencia, canto, conferencia, venta...) aparecen unas demandas que en el habla cotidiana, relajada y popular sería extraño exigirlas de igual manera, un ejemplo de ello es la dicción. 
LA DICCIÓN se podría considerar "la buena ejecución de fonemas y una articulación meticulosa de las palabras" teniendo como resultado una mayor comprensión del texto y definición del sonido. 
Es recomendable iniciar el trabajo de la correcta expresión y dicción desde una edad muy temprana para lograr una naturalización mayor, así como para evitar vicios que se va tomando con la edad. Dentro de las particularidades de cada habla, su lengua, su jerga y sus acentos, etc una correcta vocalización no resulta incompatible, con la naturalidad del habla coloquial, y a su vez, los efectos son positivos en cuanto a nuestra expresión, poder de convicción y una concepción del yo más segura.
La técnica vocal Aplicada al canto se posiciona a favor del trabajo más técnico y maniático de los músculos de nuestro aparato fonador utilizando ejercicios de lectura y combinación compleja de consonantes y vocales, trabalenguas, aliteraciones, poemas énfasis, acentuaciones y figuras rítmicas y un largo etcétera de técnicas relacionadas con dicha materia.
El canto se ha hecho un hueco entre profesionales de la voz como en personas en estado de rehabilitación o mantenimiento (ante padecimiento de enfermedades) ejemplo de ello son en caso ictus (cuando daña el área de la boca) el Parkinson, el alzheimer... 
Trabajar técnica vocal diariamente tendrá una recompensa, lo mismo que el trabajo del ejercicio físico corporal que hoy en día esta tan presente en nuestra cultura . 
Nuestra VOZ estará más sana y llevará mejor el paso del tiempo y el efecto que la edad tiene sobre ella y además estarás en más en sintonía con tu propio cuerpo y ánimo. 

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